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Un estudio del Instituto de Ámsterdam reveló que hay chicos de entre 12 a 17 años que son capaces de pasar hasta 54 horas a la semana expuestos a los videojuegos, casi un tercio del día. ¿Cómo podemos evitar la adicción y hacer un buen uso de las tecnologías?

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[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]El aislamiento en la habitación durante largas horas, encadenados a partidas con personas de diferentes partes del mundo, lleva a estos jóvenes a una desconexión total del entorno. En los casos más extremos, la policía se ve obligada a intervenir para conseguir que el joven salga de la habitación. Algunos afectados reconocen que hace años que no comen con la familia e, incluso, ha habido casos de jóvenes que han hecho sus necesidades encima ante la imposibilidad de despegarse de la pantalla. La mayoría de expertos puntualiza que los casos más extremos suelen tener asociadas otras patologías y aseguran que se trata de un problema que va en aumento y al que se le están sumando en los últimos años la adicción a las redes sociales.

• ¿Qué herramientas les pueden ser útiles a los padres de adolescentes que no sepan qué hacer con esta presunta adicción a los videojuegos? 

Los padres deben estar muy atentos a los problemas periféricos a los videojuegos. Los videojuegos son un detonante, pero, al igual que ocurre con otras adicciones, son secundarios al problema.

• ¿Eso quiere decir qué sería más bien una señal? ¿Como cuando hablamos de la infidelidad entre parejas? En este caso habría que preguntarse: ¿De qué te está informando la infidelidad respecto a tu relación?

Exacto, es un comportamiento que esconde problemas detrás. La adolescencia es el momento de creación de la propia personalidad y es cuando diversas problemáticas aparecen. Evadirse a través de los videojuegos es una manera de no afrontar la vida real. Cuando me empodero a través de los videojuegos porque no lo consigo en mi vida cotidiana es cuando corremos peligro. Por eso, los padres no solo deben fijarse en el número de horas que está con el videojuego, sino también el uso que hace.

• ¿Y entonces ponemos límites?

Sí, en una primera consulta le preguntamos cuántas horas juega al día y cuántas horas cree que podría jugar. Es decir, cuántas horas crees que estarías contento y satisfecho jugando.

La mayoría de chicos/as dice entre una hora y media y dos horas al día. Porque se dan cuenta de que hay un exceso de horas y eso los está absorbiendo mucho tiempo en su vida para hacer otras cosas.

En esa primera sesión hablamos de las pérdidas que está teniendo en su vida como consecuencia de jugar tantas horas. Por ejemplo: si está perdiendo amistades, está dejando de lado los estudios o el trabajo, descuida su higiene personal, se están produciendo discusiones en casa… Estos son síntomas claros de que está habiendo un uso problemático, dado que el número de horas que está con los videojuegos todo lo demás queda a segundo plano.

En una segunda sesión les preguntamos: «¿Qué tal, cómo te ha ido? ¿Has podido cumplir el compromiso de jugar una hora y media o dos como te propusiste? Entonces, quizás sí que estás un poco enganchado, ¿no?». Es muy importante llegar a un punto de sinceridad, en la cual la persona reconozca que cuando empieza a jugar no puede parar.

• ¿Y los adultos?

Sí, también hay adultos, la mayoría como consecuencia de una pérdida importante (proceso de duelo) o de situaciones familiares desagradables.

• Las nuevas tecnologías nos han venido y nos han cambiado la vida, ¿no?

Sí, es un proceso evolutivo, artificial, pero evolutivo al fin y al cabo, porque ahora mismo la vida ya es impensable sin estas tecnologías: los videojuegos e Internet han venido para quedarse. (Si te interesa este tema te invito a leer otro artículo publicado en mi blog, titulado «¿Hacia dónde vamos montados en la tecnología?»).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1593511176414{padding-top: 40px !important;padding-right: 20px !important;padding-bottom: 40px !important;padding-left: 20px !important;background-color: #ffffd9 !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1610971253087{background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»]

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• Y cuando los padres ponen límites a los hijos, ¿se dejan?

Normalmente no. Desafortunadamente, cuando nos encontramos en un caso de adición a los videojuegos ya han pasado muchos meses o incluso años. Durante este tiempo tan largo han jugado en la habitación durante noches enteras, fines de semanas enteros y sin ninguna intervención por parte de los padres. Se han recluido en la habitación, con un ordenador potente, una gran pantalla y todo el sistema montado para que jugar sea una experiencia muy gratificante para ellos. Entonces, cuando nos encontramos en consulta, la situación está fuera de control para los padres, los cuales, en general, reconocen que ha faltado poner límites por su parte.

• ¿No estamos hablando de un problema de «nuestra sociedad», sino de todo occidente y también de muchos casos en China y Japón? 

Sí, las cifras que nos transmiten los reportajes hablan de que en China hay más de 400 centros de desintoxicación en «hospitales» y «centros» donde está prácticamente todo permitido, incluso que les peguen y les obliguen a realizar ejercicios tipo militares. Son cosas que desde nuestra óptica nos choca bastante.

También tenemos los casos de países altamente tecnológicos, como es Japón. Ahí, a las personas que están recluidas en la habitación las llaman Hikikomoris. La familia permite tal encierro porque creen que su hijo no ha triunfado y es un mal menor el que se quede en la habitación.

Desde «nuestra óptica» esto es muy diferente, porque aquí los padres vienen desesperados preguntando: «¿Qué podemos hacer para ayudar a nuestro hijo?».

• Volvamos a lo que decíamos antes: esta reclusión no es exclusiva de los videojuegos, sino que también se puede dar con Internet, las nuevas tecnologías, en general.

Cuando la sociedad está más individualizada es cuando hay más necesidad de empoderamiento y la persona encuentra sucedáneos a través de las nuevas tecnologías, redes sociales e Internet. En China, por ejemplo, el número de horas que una familia puede estar conectada a Internet está limitada. Esto ya dice mucho del tipo de sociedad. Y también dice mucho de lo que no tenemos que hacer nosotros.

• Sí, solo tenemos que poner en Google algunas cosas sobre China y no sale nada…

Sí, y también dice mucho de lo que no deben hacer los padres: permitir el aislamiento, no comunicarse, no ponerse en la piel del hijo, porque esto no hace más que agravar el problema.

• Entonces, ¿los videojuegos están diseñados para cubrir necesidades primarias? 

Sí, si pensamos en las características de los videojuegos que son la diversión, la variedad, el empoderamiento del que hablábamos antes, un mundo de aventura, sin riesgos, de tener el control… Todo esto concuerda con las necesidades primarias de los seres humanos.

Específicamente, si pensamos con las cuatro necesidades humanas divulgadas por el autor Tony Robbins:

• Seguridad: saber que tenemos un hogar, que podemos comer cada día… El videojuego nos ofrece un espacio seguro, un mundo de aventura sin riesgos.
• Variedad: las personas ni queremos hacer cada día lo mismo, ni queremos comer lo mismo… El videojuego nos ofrecen gráficos, niveles, personajes… Mucha variedad.
• Significado: sentirnos especiales, reconocidos por los demás… El videojuego nos da la posibilidad de triunfar, de ganar, de ser reconocidos dentro del mundo virtual.
• Conexión: formar parte de un grupo, una familia, etc. Los videojuegos en red permiten que las personas hagan conexiones entre ellas y pertenezcan a un equipo.

La quinta necesidad ya es más elevada: crecimiento. A través de las pantallas y los niveles, el personaje avanza y el usuario puede tener una percepción de crecimiento y evolución personal.

Este es un contexto idóneo en el que la persona puede satisfacer a través del videojuego estas necesidades y, por lo tanto, sea fácil entrar en una adicción.

• Pero ni crecemos, ni mejoramos…

Me refiero a la percepción que tiene el usuario. Al final es lo que cuenta. La persona cree que está conectada con los demás y que son su «equipo» sus «amigos», sus «rivales». Esa es su experiencia subjetiva.

Funciona como un principio de placer; la motivación para desarrollar esta actividad es mayor que para desarrollar otras. Con los videojuegos se activan los circuitos de recompensa cerebrales, a través de la dopamina, por lo que asociamos el jugar con la sensación de placer y tendemos a intentar que, en el futuro, las situaciones que han generación esa experiencia se vuelvan a producir.

Hay personas que son más susceptibles a tener adicciones que otras. 

• Entonces, ¿cómo podemos saber si nuestros hijos o los adultos también tienen una personalidad adictiva?

La personalidad adictiva es difícil de concretar antes de que se produzca la adicción, pero sí es cierto que hay una característica que se conoce como egodistonía: cuando la actividad produce problemas o pérdidas en la persona y aun así se sigue realizando, esto es un síntoma claro de que hay una posible personalidad adictiva, sea en esta actividad o en otra.

Entonces, es necesario que haya alguien consciente alrededor, porque es difícil que la propia persona ponga remedio por ella misma.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row css=».vc_custom_1593511176414{padding-top: 40px !important;padding-right: 20px !important;padding-bottom: 40px !important;padding-left: 20px !important;background-color: #ffffd9 !important;background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»][vc_column][vc_column_text css=».vc_custom_1610971958364{background-position: center !important;background-repeat: no-repeat !important;background-size: cover !important;}»]

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Cuéntanos, ¿Cómo vives tú la relación con Internet, las redes sociales, los videojuegos…? ¿Has encontrado algo inspirador o útil que desees compartir?

Muchas gracias, como siempre, por leer, compartir y ser tan amable en los comentarios.

Nunca lo olvides, el tiempo es precioso: tomarte unos minutos para ti en tu día para asegurarte de que estás viviendo con intención hará una gran diferencia. Cuídate mucho.

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¡Sígueme y veamos lo que somos capaces de hacer! ¡Veamos lo que podemos hacer el en futuro!

Con cariño,

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